viernes, 13 de noviembre de 2020

Poema nº 42. Miradas que me hablan


  

Miradas que me hablan

 

Ahora que estamos tranquilos,

quiero mirarte cuando hables,

para que tus miradas serenas

se conviertan en palabras,

aunque sean palabras soñadas.

 

En ese momento, tú mirarás

y yo oiré las palabras soñadas.

Y tú percibirás un poder justo

y yo entenderé, estando tú callada,

que el poder no cometerá más abusos.

  

Pasado un momento, de nuevo hablarás,

usarás sonoras palabras y miradas cortas.

Serán miradas cortas, la mayoría, sencillas,

pero también encontraré algunas sinuosas.

No sé por qué, pero hallaré muchas miradas.

 

Y yo, que prestaré atención a lo que tú dices,

percibiré que tus miradas irán en muchas direcciones

y, además, en tus miradas veré lucha, contradicción.

Veré una lucha, incruenta, entre diferentes facciones,

hasta comprobar que la duda dará a la vida belleza.

  

Ya al caer la noche, tus miradas serán palabras claras,

serán tan claras, tan claras, que todo se entenderá.

Yo estaré muy atento, tan atento que solo te miraré,

y al estar tú callada comprenderé todo lo que digas.

Es curioso como la noche aportará claridad.

 

Y entonces, en silencio los dos,

siendo ya noche cerrada, sin palabras,

ambos veremos cómo la justicia y la razón,

juntas las dos, acompañadas de tu mirada,

una vez y otra más, dominarán la venganza.