sábado, 7 de septiembre de 2019

Poema nº 22. Como el sonido de la piedra al chocar

 
 
 
Como el sonido de la piedra al chocar
 
Ahora mismo, tengo la muerte presente.
Es guardián celoso, está aquí delante.
Como está quieta, callada y fría,
da la sensación de que está dormida.
 
Parece que no existe,
parece que no la notas,
aparentemente no la percibes,
pero como niebla densa, todo lo invade.
 
Como poderosa tirana te obliga,
a veces, te obliga a mirarla con fijeza.
Entonces se aprovecha de la situación
y llena tu mente de imágenes duras.
 
De situaciones vividas o soñadas,
de recuerdos lejanos, distantes,
pero que te dejaron bastantes huellas.
Huellas de una vida imaginada o pasada.
 
Sin querer, la tristeza te domina;
ahora, nada parece igual,

parece que, por momentos, flotas.

En un instante, encuentras tu vida vacía.
 
Y parece que caes en un pozo al que no le ves fondo,
ya empiezas a notar la caída, y con ansiedad esperas…
Esperas, como esperas el sonido que hace la piedra,
el sonido que hace con el agua del pozo al chocar.