ALGÚN DÍA TODOS NOS IREMOS
Estamos aquí, vivimos.
Como olas, cabalgando en medio del
ancho mar,
somos guiados por el aire, por las
ilusiones.
Ilusiones que nos traen y que nos
llevan,
que nos arrastran y que nos mueven,
y que, por último, nos ven morir.
¿Dónde estáis?, ¿De dónde vino la luz?
Luz madre, que transformada, produce
llanto, risa, dulce balbuceo,
torpe andar, juventud, fuerza,
palabra, amor, vida y muerte.
Como flor deshojada y marchita,
como una rama seca,
como un seco desierto,
seremos ese mañana, próximo o lejano,
donde quedaremos flotando,
confundidos, fusionados, inmersos.
Y una vez, definitivamente idos,
pasado nuestro último atardecer,
finalizada nuestra última mirada,
quedaremos en el recuerdo,
vivos en la muerte, quedaremos
muertos.
Y más tarde, ya no quedaremos.