sábado, 13 de junio de 2020

Poema nº 38. Ahora que no eres joven

 

Ahora que no eres joven

  Ahora que no eres joven,
pero sí poderoso, recuerda.
Recuerda que dependías de otros,
que necesitabas sentirte querido.
Recuerda que tú, sin miedo, salías
al encuentro del que pasaba.
Recuerda que necesitabas unirte a él,
por el amor o por la palabra.
Recuerda que, ahora, no es fácil entender
tu afanosa búsqueda de seguridad.

 Ahora que eres poderoso,
recuerda que tú te sentías quebradizo
y necesitabas romper la sensación
de desamparo, de orfandad.
Recuerda que tú muchas veces
fuiste un gran provocador,
cuando, en realidad,
lo que querías era ser atendido.
Recuerda que, ahora, el miedo al futuro
no te va a aportar estabilidad.

Ahora que eres poderoso,
recuerda que querías ser culto y honrado,
y recuerda que no siempre
fuiste leal en tus batallas.
Recuerda que te oponías
al poder, a la riqueza, al sistema,
aunque, a veces, a escondidas,
tendías la mano a la autoridad.
Recuerda que, ahora, la añoranza
de la vida pasada no aporta nada.

Ahora que eres poderoso,
nadas en la abundancia
y nada te atempera,
recuerda que la solución al problema,
no siempre viene desde fuera.
                              Recuerda qué dura fue tu soledad                                           
y no permitas que tu casa se convierta
en un recinto de celdas incomunicadas.
Recuerda que, ahora, para nada,
tienes por qué idealizar la vida pasada.