martes, 4 de septiembre de 2018

POEMA Nº 34. SENTADO EN LA CAMA

 
SENTADO EN LA CAMA
 
Con un codo apoyado en la pierna,
sentado en la cama y la otra mano suelta,
pensaba que la mañana fresca
dará paso al caluroso día.

Ahora, con más de sesenta años,
ahora me abordan recuerdos:
mi padre, mi madre, vilorta, escuela y niños,
trabajo, bahía, amor, fuerza e ilusión…

Las exigencias del ambiente,
de la incultura, de la pobreza,
en otras ocasiones, del carácter del padre:
poderoso débil que no se atempera.

Por otro lado, la madre más potente,
siempre en medio, atenúa o consuela.
Y demasiadas veces, siempre demasiadas,
qué injusto y qué fácil, que ella muera.