miércoles, 2 de enero de 2019

Poema nº 8. Dioses


 
Dioses


Dioses señores del mundo,
 desde hoy y para siempre,
yo os suplico, os pido que,
si en verdad esta es vuestra tierra,
nos permitáis hacerla  fructífera.

 
Dioses nunca vistos, invisibles,
a los que todos siempre tememos,
 yo os suplico, os pido que,
si realmente lo veis todo,
advirtáis a los que pueden sufrir males.

 
Dioses destructores de la vida,
que devastáis la tierra,
yo os suplico, os pido que,
si realmente lo hacemos mal,
nos enseñéis el camino adecuado.

 
Dioses de las catástrofes,
que nunca estáis satisfechos,
yo os suplico, os pido que,
si la muerte es dolorosa y triste,
evitéis que se enseñoreé sobre la vida.

 
Dioses que predicáis pobreza,
pero atesoráis riquezas sin fin,
yo os suplico, os pido que,
si la pobreza es absurda e injusta,
seáis menos ricos, menos derrochadores.

 
Dioses todopoderosos,
inaccesibles señores de la muerte,
 yo os suplico, os pido que,
si el poder absoluto es vuestro,
que los jóvenes entierren a sus mayores.

 
Dioses omnipotentes, poderosos,
sabed, desde ahora y para siempre,
que no queremos dioses absolutos,
inmortales, invisibles, sabios, justos…
para luego, a menudo, comprobar,
¡con tanto dolor!, que no lo sois.