domingo, 13 de octubre de 2019

Poema nº 24. Aún guardo aquella imagen

 


  

Aún guardo aquella imagen
 
¿Recuerdas, Carmela?
 Aún guardo aquella imagen
de nuestra hija fundida con la teta.
Tenía un ojo guiñado y te miraba
de forma tierna, dulce y placentera.
 
Ella, estaba recién nacida,
vivía su primer otoño.
Tú, recostada en el sillón
de aquel octubre brillante,
que no dejaba irse al verano.
 
Ella, con su carita redonda,
quieta, sudorosa, satisfecha…
Tú, henchida, la mirabas callada,
mientras, tus ojos le hablaban de amor.

La preparabas para crecer.
Aún recuerdo, cuando juntos,
embelesados, le hablábamos.
Parecía que esperábamos respuesta.

Éramos conscientes de que no podía ser,
pero nada nos apartaba de ella.
Luego, al poco tiempo,
llegaron sus primeros pasos
y ya no paró de crecer.

Cuánta alegría, cuánta risa
mezclada con ocurrencias.
A sus torpes andares, pronto,
se le unieron medias palabras.
 
 Desde entonces, casi en un instante,
todo ha sido tan rápido, tan veloz,
que solo nos quedan sombras sueltas...
¿Recuerdas, Carmela?...