jueves, 20 de septiembre de 2018

POEMA Nº 36. OTRO DE MIS PUEBLOS


 
 
OTRO DE MIS PUEBLOS
 
 
La primera vez que fui a Mancha Real,
fíjate qué lejos está,
que tardé más de veinte años en llegar.
Y, la verdad, lo hice porque me llevaron.
Perdón, es una broma,
en realidad, me invitaron.

 
Y además de lo lejos que está,
me pregunto por qué tardé tanto tiempo en llegar.
En primer lugar,
fue necesario coincidir en una fiesta;
más tarde, brindar con cava;
y, también, encontrar a la persona que yo esperaba.

 
Luego, por suerte,
nos tropezamos con Camarón en Pegalajar.
Posteriormente, coincidimos en Granada.
Allí nos conocimos un poco más.
De nuevo, nos volvimos a juntar,
hablamos de todo un poco y vuelta a empezar.

 
Casi sin darnos cuenta,
nos habíamos enamorado de verdad.
Aunque Mancha Real sigue estando lejos,
 las cosas han cambiado.
La autovía, terminada, nos acerca.
Aunque nunca demasiado.
 
 
El cariño, la familia, que alegre nos espera,
hace que a menudo, mi Carmela me siga contando,

durante el verano en la plaza,
lo que aquello en otro tiempo era.
Hablamos de muchas cosas,
entre otras, de Letraña y La Manchuela.
 

También de Los Murciélagos,
de La Peña el Águila y  El Almadén.
Llegamos a Las Pilas, bajamos por el soto,
y de nuevo en la plaza, hasta la ermita.
Allí vemos si el Aznaitín tiene montera.
Mientras tanto, Sierra Mágina y la vida, esperan.