Tu risa
joven
Al verte, levemente, te sonrío,
porque, de repente, asoma tu risa
joven.
Muchos mensajes me envía tu cara
sonriente.
Ella me dice, con suavidad, que eres
feliz.
También me lo dicen tus blancos
dientes,
a los que ocultan tus labios fuertes.
Tu risa es próxima, seductora,
más aún, parece limpia y sincera.
Porque nada pide, nada exige,
porque nada ni a nadie espera.
Ella se ofrece, como la mañana fresca,
como la mañana tranquila y serena.
Pasa un momento y, de nuevo,
te sonrío y te vuelvo a mirar.
Tu foto está enfrente.
Ahora, por lo que sea, tu risa
me parece que espera una señal,
aunque sea leve, aunque sea ligera.
Como nos pasa en la sobremesa,
ahora espera la mirada amable.
Como cuando hacemos el guiño
y celebramos con un brindis entre
amigos,
o como el brindis de familia, donde buscamos
la complicidad, la mirada, la sonrisa
sana.