viernes, 5 de abril de 2019

Poema nº 15. Mi hija no tan pequeña

 

Mi hija no tan pequeña
 
Porque cargado de penas vengo,
vete, no sea que acabes sufriendo.
Quien te buscó, sin consuelo,
al perderte en la playa.
Donde por la mañana vamos, 
de vez en cuando, nos peleamos.
 
Porque quiero que seas más fuerte,
vete, si te quedas, lo echamos a suertes.
Quien te hacía soñar con fantasías
y medias verdades, ahora te añora.
Donde la llevo por las mañanas,
ella va con pocas ganas.
 
Porque a tu lado yo quisiera estar,
vete, y así tú más libre serás.
Quien te oía contar sueños
en tus juegos y, a veces, barbaridades.
Donde ella tiene su cama y duerme,
entre cuentos y juguetes, te pierdes.
 
Porque decidí que por mí no sufrieras,
vayamos donde y como tú quieras.
Quien te dio tus primeros baños
y luego te hizo la coleta lateral.
Donde más la recuerdo, feliz
y contenta, es con el agua jugando.
 
Porque quiero que veas el mundo,
tú sola debes decidir el rumbo.
Quien de pequeña te leía, todos los días,
el cuento de un hombrecillo indomable.
Donde más la quiero ver u oír,
es con amigos y familia, lista para reír.
 
Porque deseo que tú misma seas,
de lo que haya, coge lo que veas.
Quien te miraba cuando caías rendida,
y sigiloso te daba el beso de puntillas.
Donde más hemos sufrido,
los dos sabemos cómo ha sido.