sábado, 14 de abril de 2018

POEMA Nº 25. ANTES DE LLEGAR A MI PUEBLO

 


 



ANTES DE LLEGAR A MI PUEBLO

Cuando era pequeño
los niños nacíamos en el pueblo.

Lo defendíamos siempre: nos daba seguridad,
quizá, porque no conocíamos otra cosa.
Mi pueblo era el mejor frente a todos los demás
y nadie hablaba de diversidad.

Yo nací en una casa de un pueblo con lomas.
Tal vez, La Loma podría ser su nombre.
 Lomas y alcores que se asoman al río Grande
y a las sierras que recortan su valle.

Donde antes había un río y tierra calma,
hoy hay tantas olivas, que parece que las embarca.

Con la carretera nueva, el puente del Obispo no se arría.
Tampoco los coches pueden parar en los bares.

Junto a la vieja vía hay otra, por donde el tren pasa.
Casi nadie lo mira, porque en la vega pocos trabajan.

No se ve Chinchilla, se hundió la venta de los Chinos
y la autovía nos quita los cruces de caminos.

Nos queda el Villar, con sus ventanas pintadas,
aunque ni existe la fuente ni se oyen sus ranas.
 
Y ya cerca, antes de llegar a mi pueblo, en el Portillo,
cuánta belleza: río, sierras, olivas y cortijos.