Quiero tantas
cosas…
Quiero hablarte callado,
para poder mirarte;
y que tú, alegre, me veas.
Quiero verte cuando ríes,
para, con la mirada, preguntarte;
y que tu sonrisa me responda.
Quiero abrazarte a menudo,
para sentir tu cuerpo;
y, más tarde, añorar tu presencia.
Quiero recordarte joven,
para, alegre, sonreírte;
y que tú, de esta manera, seas más
feliz.
Quiero buscarte en los recuerdos,
para, entre los dos, cambiarlos;
y que tú salgas más veces a mi
encuentro.
Quiero volver a encontrarte,
para, con serenidad, convencerte;
y que tú, con alborozo, me invites a
entrar.
Quiero unirme a ti,
para que, después, nos rodee la calma;
y luego, estando muy juntos, soñar.
Quiero que, radiante, vayas de boda,
para que, cuando termines, me busques;
y después, al vernos, la alegría nos
haga brindar.
Quiero ir otra noche al cante,
para allí estar juntos, muy juntos;
y, de esta manera, volver a empezar.
Quiero comenzar de nuevo,
para tratar de olvidar nuestros
errores;
y que, cuanto antes, nos podamos
perdonar.
Quiero mirarte a la cara y despedirme sin
prisas,
para que seamos rosas naturales
inmarcesibles;
y, así, y en silencio, recordemos siempre
nuestras palabras.
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