Mis
primeros veinte años
Nací en un pueblo pequeño,
allí viví mis primeros diez años.
Aún añoro, de aquella calle empinada,
mis primeros juegos, vecinos y
recuerdos infantiles,
y cómo en ella rodaban y se perdían
los balones.
Nuestras madres, sentadas en los
portales,
cosían y hablaban. Sin hacerse notar,
casi sin estar, estaban pendientes de
todo.
En un momento se oía: "Dejad de
jugar".
-Papa, ¿qué me has traído?
-Mira en la capacha, algo habrá.
Mi padre, a la caída de la tarde,
volvía del campo callado, cansado…
como mi hermano, me fui a un internado
a estudiar.
Fue en Córdoba, lejana ciudad. Cuánta
novedad:
Torre de la Malmuerta, las Tendillas,
la Mezquita,
allí hubo paseos y otras cosas, que
mejor olvidar.
y ansiosos por vivir, por ver, por
ser...
Cuatro años más tarde en Baeza y
Úbeda.
Otra vez, casi vuelta a empezar,
ahora ahogado por tanta proximidad.
Los veinte años han llegado sin
avisar,
empiezas a mirar la vida de frente.
Pasados los años, ya eres maestro, a
trabajar.
Ilusiones, amigos, todos viajan
conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario