sábado, 19 de marzo de 2022

POEMA Nº 53. LA ROSA


 

La rosa

 

Así es la rosa, decía el poeta,

y por eso, así la vemos.

Envuelta en dolor y risas,

fundida con sangre y alegría.

 

 Ahí está quieta, sin moverse.

Sin embargo, siempre nos dice

y, en algunas ocasiones,

parece que también hace.

 

 Por eso, alguien la mira y sueña.

Sueña con la belleza y

quiere que acabe la pena,

que no haya más miseria.

 

 Recuerda cuando era joven,

cuando trabajar era vivir,

cuando no dolía el frío,

cuando no helaba la mañana.

 

 Cuando las horas eran cortas,

cuando madrugar solo era comenzar,

cuando esperar suponía disfrutar,

cuando el encuentro hacía olvidar.

 

Ahora muchas cosas han cambiado.

Ya no se ensueña y cuesta dormir,

ahora duele trabajar y, más aún,

si no lo puedes hacer.

 

Ese arrastrar del mantón que pesa,

ese coger naranjas del árbol mojado,

ese recolectar la fresa, aunque duela

y así, hasta que la sequía acabe y más...